martes, 12 de agosto de 2014

El código de Cecilia

Cuando uno está de pie frente a la obra puede sentir la sensación de embargo que produce la fascinante composición artística. La sensación de indefensión y pequeñez ante el abismo oscuro de su mirada. Pero, ¿y si hay algo más? Un mensaje oculto, trasmitido a través del océano del tiempo. Una verdad inquietante oculta en el fondo de los siglos que, de revelarse, podría hacer temblar los mismos cimientos de la Iglesia. Este es el argumento de la nueva y esperadísima novela de Tobías McGregor; El código de Cecilia.


Tal como lo describe su autor, la novela explora la posibilidad de que los Iluminati (una oscura sociedad secreta) ocultara una inquietante verdad en obras pictóricas. Tobías McGregor es un tipo sencillo que, ni sus grandes éxitos tales como El teleoperador de Vodafone siempre llama dos veces, ha conseguido hacerle cambiar. Nos citamos para hablar de su obra nada más y nada menos que en un Burger King y, después de que nos atienda Javían de Operación Triunfo, hablamos sobre su última obra.

(Javían; empleado del mes del Burger King de Borja, Zaragoza)

Tobías McGregor me cuenta que, cuando se entrevistó con Cecilia Giménez, la fría y perturbadora mirada de la mujer le indicó que ocultaba algo tras su extraño proceder.

(Cecilia Giménez, presunta miembro de la sociedad secreta de los Iluminati de Borja)

Después de algunas pesquisas, Tobías descubrió que Cecilia Giménez tenía el rango de Gran Maestre de los Iluminati. ¿Qué inquietante verdad oculta el Ecce Homo de Borja? Si, como yo, no puede esperar a averiguarlo, compre El código de Cecilia, de Tobías McGregor.

Próximamente analizaremos en profundidad la ópera prima de Tobías McGregor; Ángeles y Demonios y Viceversa.

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